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Museo Arqueológico y Centro Cultural de Orellana (MACCO)

Productos de Escritura Encarnada

Escritura Encarnada fue una actividad del Tambo de Lectura José de la Cuadra en conjunto con el MACCO. En esta actividad leímos, reflexionamos, escribimos y creamos alrededor ejercicios cartógrafos sobre nuestro contexto y sentires. A continuación los textos de nuestros participantes:

Artin Mambo V


Cuando pienso en quien soy me abrumo, puesto a que lo he intentado todo y aún no hay
definición precisa. Por eso intentaré escribirlo y compartirlo, a través del texto encontrar
un esqueleto para mi yo de este momento. Quiteño de nacimiento, tengo amor por la
nación, centro del planeta Gran pequeñez abundante de cultura, biodiversidad, recursos
explotables, volcanes montañas de los Andes. Somos joya y así como brillamos, a veces
nos borramos del mundo. Nación y mi cuerpo se vuelven territorio neutral, manchable,
pero siempre con la intención de limpiar, evolucionar Esta sensación de vivir en un país
que tiene mucho que decir pero que tal vez dentro de todo el mundo su voz no sea tan
importante. O en realidad es un delirio y un malestar temporal; que tal si si tengo algo que
decir, algo que cambiar. Mi accionar en la PLANDEMIA consiste en pintar, dar yoga, seguir
órdenes, comer, ejercitarme, amar, armar, cantar. Quiero ver a mis amigos, pero una
prueba positiva les deserta por dos semanas o más. Me emputa el miedo y la irregularidad
de los medios.
Libero las expectativas y marco intenciones de ahora en adelante, ya que no encuentro
resultado aparente por delante. En un momento de transición de academia, la educación,
hacia la profesión y vocación.
Mas, soy un pentagrama de opciones y la sociedad o mi interpretación de la misma
constantemente buscan encasillarme. O soy acaso yo quien al ver opciones en cantidades
masivas se distancia de una decisión fría y calculada. Qué es lo que realmente elijo en esos
momentos de transito entre trabajos. Los días pasan, yo voy creando. El arte es el escape
al igual que compartir experiencias visuales en múltiples plataformas, tal vez
monopolizadas, censuradas, políticas, fragmentos de múltiples realidades, y al mismo
tiempo, espacios de aprendizajes, compartir, conectar, existir.
En este momento las herramientas del mundo se achicaron a nuestros dedos. Celulares-
Obsidianas negras, espejos de quienes somos con aplicaciones, sistemas que pueden
grabar o capturar la realidad y transferirla a otra parte del mundo. Al fina todo es posible,
mi verdad es algo que descubro con el tiempo, entiendo mis procesos y me dedico a coser
cada momento, disfrutar cada respiración.

Fluir  

Por: Mireya Aráuz. 

Nací en Quito, en los años 80, soy hija de dos maestros escolares que siempre tuvieron  el afán de enseñarme algo más: arte, cultura y libertad.  

Bajo estos pilares fui creciendo, mi abuela quien fue mi madre de crianza fue quien  me inculcó a ser independiente, solvente y libre.  

A través del arte, descubrí nuevas formas de comunicarme y formas de ver posibles  realidades sacadas de mi amplia y rasposa imaginación, en un momento pensé que la  unión de estas perspectivas era la construcción de la verdad. 

Me encontré en el camino de crecimiento, con la posibilidad de ejercer arte por mi  voluntad y por mi contexto local nacer en Quito. 

Quito es la ciudad donde se respira arte, cultura y otras manifestaciones artísticas.  Tuve un bombardeo constante por parte de mi familia paterna de todo tipo de arte  manual y musical. Amé cada instante que compartí con mi familia, horas de tertulias  interminables de canto, música y lecturas de canciones protestas que despertaron en mi  otro interés. 

Quito, la ciudad del primer grito libertario, lecturas de pensamientos libertarios de  izquierda, lectura de canciones con letras de contenido social hicieron en mi crecer el  pensamiento de justicia y equidad. 

Mi padre viendo que reunía todas las características de justiciera me inscribió en la  facultad de Jurisprudencia, no me permitió ejercer mi derecho a elegir mi futuro, lo  entiendo profundamente, mis padres esperaban tener una hija profesional con un título  que pueda ejercer la independencia que tanto me habían inculcado.

Sin embargo, a medida que avanzaba mis estudios las ideas infantiles de justicia y  equidad, se fueron desvaneciendo y los veía como en la niñez fruto de mi amplia y  rasposa imaginación.  

Así fue como un día y sin vacilar y ejerciendo mi libertad opte por perdonar a mi  padre por su elección y proseguir con la idea de ser una gran abogada, realice un acto  radical de terminal mis estudios entregando mi mayor y mejor esfuerzo en lo cotidiano. A la vez todos los días me escapaba a la facultad de artes de la universidad central,  y revoloteaba entre aula y aula, conocí la posibilidad de esta dicotomía de ser  profesional en derecho y mi gusto eterno por pintar se podían confluir y conectar de alguna forma.  

El vació que formé para que pueda seguir con esta idea, se volvió en mi potencial  fuente de inspiración. 

Pasé horas enteras imaginando como atravesar la falsedad o maquillaje que le ponía  a mi vida. Pues un abogado en muchas ocasiones es un ser perverso que puede  interpretar hechos para su conveniencia me sentía muy virgen en el actuar. 

No me puedo imaginar mi vida sin arte y cultura; sin la posibilidad de transmitir de  alguna forma mis sentimientos e ideas. Mi felicidad es el verbo CREAR. 

Que frustración sentí, no tener libertad de elección, aunque mis razones sean  equivocadas, mi padre con nieblas las cubrió y sacó razones de lo que es ideal para  mí. Que difícil fue para mis padres poder solventar económicamente y afectivamente  mis estudios.  

He vivido esa frustración, pero no fue por mucho tiempo, he disfrutado solitariamente  tomar decisiones radicales. La primera fue entregarme al amor, vi lo capaz que soy  de hacer lo que nunca haría, y no poder explicar mis acciones. Los deseos más  profundos de construir una vida con él se hicieron muy fuertes, encontré con él un lugar 

donde ser, crear, a ese lugar le llamo hogar. Nuestro amor pasional se multiplico por  tres.  

Mi hogar es el lugar más bonito del mundo, donde mis niños bulliciosos, exagerados y  abundantes en ideas y creaciones colman de alegría y desesperación cada día desde que  nacieron.  

Al pronunciar mi etiqueta principal, es decir Mamá, se formó un vínculo donde la  confianza y la creencia de ser independientes, solventes y libres se ejerce desde que  amanece hasta cerrar los ojos. 

Independencia no quiere decir que se pueda vivir sin ayuda de los demás o realizar  actividades solos. Es tener que decir sobre todo desde que comer, que vestir, que hacer  o hasta cuando dormir. El propósito es enseñar a que somos dueños para bien o para  mal de los efectos de nuestras acciones. 

Solvencia en mi hogar es: tener los conocimientos necesarios para poder resolver todo  tipo de problemas, es decir desarrollar inteligencia. Es entender que: si no sabes cómo hacerlo, puedes aprender a realizarlo. Las limitaciones no existen, las vocaciones y  aptitudes si. 

Libertad es poder fluir con los ideales y con fundamentos defender su punto de vista.  Se debe explicar claramente el propósito de su acción.  

Bajo todo esto ha florecido una relación de respeto y amor. No somos perfectos, pero  bajo mi perspectiva hacemos nuestro mejor y mayor esfuerzo. 

En este lugar donde mis amores se encuentran, me ha permitido la vida EXISTIR.  Mi principal actividad gira alrededor de la creación. Mis días pasan alado de la  más grande obra de arte, que es la naturaleza, sus colores, formas, olores invaden  mis sentidos y llegan a mi cerebro que gobierna mis aspiraciones, mis creaciones mi  legado. 

Finalmente pude ejercer la libertad de creación, nunca más seré invisible pues mis  sentimientos y deseos los puede transmitir, son juzgados conociendo plenamente quien  lo realizó, un pueblo pequeño como el Coca es donde todos algo hemos escuchado del  otro. 

Donde vivo, todo sitio por más pequeño que sea es un lugar de inspiración. Me recargo  de energías cerca de los árboles, con el aleteo de las mariposas, el trinar de los pájaros  libres. 

Cierro los ojos, el calor me invade, siento los brazos de mi madre y padre haciéndome  sentir el orgullo que sienten de mi. Estoy tan lejos cumplir su gran sueño y tan cerca  de cumplir el mío. 

El amor es una fuente innegable de inspiración, pero también la infidelidad, desamor,  tristeza dolor. He aprendido que: sin haberlos conocido no podría saber que hay que  disfrutar de lo simple y concreto de la vida.  

Sin mucho futuro; sin demasiado pasado, aquí ahora presente y consiente. 

Deseo ser como el río, fluir, lavar mis pecados, ser como hilo acuoso que va y no  vuelve, va más allá, a veces visitar a mis padres en Quito y susúrrales que todo fluye,  todo está bien, otras veces ser el río de aguas negras, conservarme peligrosa, salvaje. 

Ser cambiante a veces pacífica y otras caudalosa 

Pero siempre ser y no parecer. No sé qué me depare el futuro solo pienso en lo que vivo  hoy.  

Nadie muere sin amor, pero debo reconocer que es lo que me ha sostenido siempre. 

El amor de mi familia es ternura radical, me ha brindado la oportunidad de  transformar y transmutar.